NO ME HAGAS RECORDAR

Publicado en por FRANKO SERVÁN

AL FILO DE LA LEY

Abril de  1996 un día de ceremonia en el Colegio Seminario de Jesús María mi alma mater, es la entrega de cordones de la policía escolar,  mis amigos y yo recibimos dicho homenaje a nuestras miles de formas de copiar en un examen, dé conseguir trabajos de otras personas, pero sobre todo de hacer del colegio un lugar placentero.

 Dentro de los amigos que son como mis hermanos están el brigadier general, el sub brigadier general, está toda la plana mayor, si seriamos militares de verdad seriamos dueños del país, así que dicho acontecimiento tenía que ser celebrado a lo grande; planeamos una gran noche en la discoteca sin restricción alguna ya que nuestros padres están orgullosos de tener un hijo con un cordón de hilo color azul colgando de su hombro,  dispuesto a atormentar a cuanto niño con loncheras enormes encuentre en el camino.

En la noche nos reunimos y vamos a la discoteca de moda “luz de luna’’ deseosos de que sea memorable; no nos equivocaríamos, estamos acompañados  de chicas hermosas, tenemos permiso ilimitado, la cerveza es cara pero por esta ocasión llega por docenas una tras otra; el resto del colegio nos conoce como los ‘’NR’’ Marco, Rafael, Javier, Darwin, Iván, Ibérico y Yo nos ganamos esas iniciales gracias a nuestra condición de agnósticos, ateos, sacrílegos, como me decía la señora mas católica, cristiana, apostólica y romana de mi cuadra, que con su inmensa compasión nunca me devolvió las pelotas que entraban a su casa.

- ¡Pumita eres un shapingo!

Llevo en el bolsillo un corrector líquido dispuesto a dejar tatuada la ciudad con dichas iniciales; mareados de tanta felicidad decidimos ir a zacear nuestra hambre que a esa hora era  la de un vikingo, conseguimos unas baratas y bien servidas salchipapas. Mientras la gente come, yo dejo marca con el corrector en todas partes, postes, bancas, puertas, en donde pueda.

 Darwin nos había dejado hace unas horas porqué era hora de ir a dormir a su mamá, literalmente con cuidadosas dosis de un calmante que guarda como oro, mezclado en una taza de café que con todo el amor del mundo preparaba para ella, nos da el alcance en el momento justo que todos nos quedamos sin monedas y deseosos de seguir bebiendo. Llega,  nos ofrece ir a una licorería a comprar algo, nadie se niega ante tan genial idea, en el camino me paro y empiezo a escribir en un portón enorme de una casa en la esquina de la plaza.

 Antes de terminar escucho un grito, alguien de nosotros preso ya del vil licor y la mente de adolescente presurosa a maquinar tontería tras tontería,  patea el portón,  es tan fuerte el golpe que logra abrirlo de par en par, atrás de dicha puerta en una mesa de madera larga están sentados  alrededor  seis policías, ¡sí! seis efectivos policiales que resguardan la ciudad de jóvenes borrachos que no van a misa, con correctores líquidos en la mano.

 No podía creer la estupidez que habíamos hecho y mucho menos la mala suerte que teníamos, ¡ta madre! a correr.

 Llegamos a una esquina donde nos separamos en dos grupos,  corro tan rápido como puedo, antes de terminar la segunda cuadra doy la vuelta, veo admirado la rapidez y eficacia con la que actúa la fuerza policial en Chachapoyas, un patrullero quema las llantas al dar vuelta a toda velocidad para ir en nuestra búsqueda; corro una avenida larga de doble vía, cerca a los cien metros me doy cuenta de que el patrullero va en otra dirección; genial me liberé, me pego a la pared feliz de no haber sido atrapado.

Iluso la policía no es tan huevona;  en cuanto volteo mirando hacia atrás siento un fuerte y letal puñete en el estomago, otro en el mentón, en un segundo estoy con las manos atrás sin saber que pasa. Levanto la mirada y eran tres policías que con respetuoso lenguaje me dicen, ¿adónde vas conchadetumadre? ¡Chibolo de mierda!

 Llega el patrullero, abren la puerta y me lanzan dentro, también están ahí tres de mis camaradas, a los cuales saludo.

- ¡Promociones! ¿Qué tal?

 El policía vuelve a meterme un planchazo en la nuca.

 -Justo agarramos al más chistosito.  

Iberico se queja de un golpe en el ojo.

-¡Mi ojo capitán! ¡mi ojo está sangrando!

 Mientras se tapa el ojo izquierdo con una mano nos guiña con el otro, nos reímos.

- ¡Cállense mierdas! vamos por los otros.

 Nos llevan por la salida de la ciudad, paran el carro; esos malditos se fueron por allá dice uno apuntando hacia unas huertas enormes como bosques, después de ver un momento deciden irse.

-Ya vámonos,  estos  nos dirán quienes faltan…

- ¡Ni aunque me torturen!

Llegamos a la comisaria nos revisan los bolsillos, estos pendejos deben estar metiéndose algo pensaban, encuentran mi corrector lo abren, lo huelen, miran, prueban, solo faltaba que lo lleven al laboratorio esperando que sea algún tipo de narcótico prohibido, por supuesto no lo era.

Nos hacen pasar uno por uno a un cuarto donde esta un policía con una antiquísima máquina de escribir, sin mirarme pone una hoja y empieza a preguntar:  

-¿Nombre?

-Franko Serván.

-¿No eres hijo del Puma?

-Froilán se llama mi papá.

- Encima tas asao y sonríe.

Luego de mil preguntas salgo; un señor bajito preocupado está entrando me mira, me reconoce.

 -Pumita como estas ¿Qué haces por aquí?

-Qué tal señor viendo un problemita y ¿usted?  

-Yo la estoy pasando mal hijo, ¿te acuerdas de mi hija Julissa tu amiga?

-Claro ¿qué pasó?

- Un desgraciado que dice que es su novio se la ha llevado, es un viejo de mierda.

- Pero denúncielo señor.

- Eso estaba haciendo, tratando de que algunos policías me hagan el favor, cuando unos desgraciados rompieron la puerta de mi casa, fíjate pues Pumita,.

- Malditos vándalos, Chachapoyas cada vez está peor Señor ojala los encuentren.

 -¡Ojala! pumita ¡ojala!

 

Etiquetado en narrativa

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A
<br /> lo que hace el alcohoollll niñossss jjajaja, ese Marco kien lo iba a pensar, fatal no??<br /> <br /> <br />
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N
rata te pasaste me volviste a los tiempos de cole, los lei todos estan de la puta m...
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M
Upssss...creo que aca si pierdo jejeje...yo el culpable y al final no me encontró la policia :)...que buenas épocas de juerga y sobre todo con los mejores amigos
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